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Una jueza federal en Rhode Island detuvo el plan del Gobierno de Donald Trump para reestructurar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos, que incluía el despido de 10 mil trabajadores y la fusión de múltiples agencias clave.
La medida responde a una demanda de 19 estados y el Distrito de Columbia.
La jueza Melissa DuBose concluyó que el plan era arbitrario y contrario a derecho, pues el Ejecutivo no puede alterar funciones de agencias creadas por el Congreso sin aprobación legislativa. Además, los recortes dejaron a varias dependencias sin capacidad operativa.
La orden judicial impide continuar con la reestructuración de cuatro agencias, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Oficina Head Start, dedicada a la atención infantil y familiar. También se protege al Centro de Productos del Tabaco de la FDA.
El secretario del HHS, Robert F. Kennedy Jr., defendió el plan como parte del movimiento MAHA, que busca reducir regulaciones y reformar hábitos alimenticios, pero enfrentó una resistencia legal que cuestionó su legitimidad estructural.
