
La industria de la construcción de vivienda en México atravesó en 2024 uno de sus peores momentos, al registrar la cifra más baja de edificaciones en el Registro Único de Vivienda (RUV) desde que se tiene registro en 2013.
Según información que publica El Economista, durante el año pasado, se construyeron apenas 128 mil 147 hogares, una caída del 2.17 % respecto a los 131 mil inmuebles levantados en 2023.
Este panorama generó preocupación entre especialistas del sector, quienes destacan la desconfianza de los desarrolladores como uno de los principales factores detractores.
De acuerdo con Leonardo González, country lead en México de la firma Algorym, la industria enfrenta una “profunda crisis” derivada de un desbalance estructural entre una creciente demanda habitacional y una oferta que no logra acompañarla.
Este fenómeno ha provocado una significativa alza en los precios, impulsada por una escasez de inventarios.
“Es un dato que evidencia el desequilibrio entre la fuerte demanda, que está empujando los precios al alza, y una oferta contenida que se ve afectada por factores coyunturales”, señaló González.
El problema se agrava en un contexto donde la necesidad de vivienda es apremiante. Con cerca de ocho millones de hogares en situación de rezago habitacional, la demanda en el mercado se mantiene constante.
Sin embargo, el acceso a una vivienda se ha encarecido considerablemente: al tercer trimestre de 2024, el valor promedio de un inmueble aumentó 9.2 % anual, alcanzando un millón 734 mil 535 pesos.
Esta situación refleja los retos que enfrentan las familias para adquirir un hogar, en un entorno marcado por tasas de interés elevadas y la desaparición de subsidios gubernamentales para viviendas de interés social.
Además de la inflación en los precios de los materiales de construcción, la incertidumbre económica ha llevado a muchos desarrolladores a postergar proyectos o incluso a abandonar la industria.
“No fue del todo favorable el periodo 2018-2024. Se ha generado un clima de crisis de confianza, porque no hay garantías para obtener las rentabilidades que se venían observando”, apuntó González.
El sector de la vivienda, golpeado por un conjunto de factores adversos, se encuentra ante el desafío de recuperar la confianza de los desarrolladores y reactivar la construcción de hogares para satisfacer las necesidades de millones de familias mexicanas.