
Aitor Zabalgogeazkoa, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras, regresó de Gaza tras ocho semanas en la región y calificó la situación como la peor de la historia reciente. El conflicto armado ha dejado colapsados los servicios básicos y ha exacerbado la vulnerabilidad de la población civil.
El testimonio de Zabalgogeazkoa subraya la urgencia de un alto el fuego inmediato y la apertura de corredores humanitarios que permitan el ingreso de alimentos, medicinas y agua.
La violencia continúa afectando a miles de personas, incluyendo niños y ancianos, en condiciones extremas.
Los informes de la organización muestran hospitales saturados, escasez de suministros médicos y la imposibilidad de mantener la atención sanitaria mínima. La infraestructura crítica ha sido severamente dañada, complicando cualquier esfuerzo de asistencia humanitaria.
Zabalgogeazkoa instó a la comunidad internacional a intervenir con medidas concretas que mitiguen el sufrimiento y eviten un colapso total, destacando la necesidad de un compromiso inmediato frente a la crisis humanitaria en la Franja de Gaza.