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Este viernes, dos aviones militares de Estados Unidos aterrizaron en Guatemala con decenas de guatemaltecos expulsados, según informaron autoridades del país centroamericano.
A la medianoche, un primer vuelo trasladó a 79 guatemaltecos (31 mujeres y 48 hombres), mientras que un segundo avión llegó en la mañana con un número aún no confirmado de deportados.
El Instituto Guatemalteco de Migración indicó que los repatriados fueron conducidos a un Centro de Recepción de Retornados en la capital, donde se restringió el acceso a medios de comunicación.
Hasta el momento, el gobierno guatemalteco no ha confirmado si los deportados forman parte de los 538 “inmigrantes ilegales” arrestados, ni de los “cientos” expulsados que la Casa Blanca anunció el jueves por la noche.
Una funcionaria de la Vicepresidencia guatemalteca declaró a la AFP que “son vuelos posteriores a la toma de posesión de Trump”.
Desde su llegada al poder, el presidente Donald Trump prometió implementar medidas estrictas contra la migración irregular, declarando un estado de emergencia nacional en la frontera con México y firmando una serie de decretos migratorios.
Trump ha fomentado un discurso duro contra los migrantes, a quienes ha descrito como “salvajes” y “criminales”, fomentando una de las campañas de deportación más ambiciosas en la historia reciente de los Estados Unidos, donde se estima que residen alrededor de 11 millones de personas en situación irregular.
