
La Secretaría de Marina activó una alerta de tsunami la noche del martes 29 de julio, tras el terremoto de magnitud 8.8 registrado frente a la península de Kamchatka, en Rusia.
Según el reporte oficial emitido en la madrugada del miércoles, se esperaban variaciones en el nivel del mar de entre 30 centímetros y un metro en el litoral del Pacífico mexicano, a partir de las 2:00 h, tiempo del centro del país.
Las entidades alertadas fueron Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
No obstante, el monitoreo posterior realizado por la Semar y la Coordinación Nacional de Protección Civil indicó que hasta las 6:00 h del 30 de julio, las olas observadas no superaron los 35 centímetros de altura. Se registraron incrementos menores en Isla Clarión (0.20 metros) y Ensenada (0.35 metros).
Aunque no se reportaron daños, el Gobierno federal mantuvo activa la alerta preventiva. Se recomendó a la población alejarse de playas y zonas costeras, debido al riesgo de corrientes anómalas en accesos portuarios. También se exhortó a extremar precauciones en toda operación marítima.
Las autoridades enfatizaron que los efectos del oleaje disminuirán de forma gradual, pero el monitoreo continuará durante las siguientes horas. El impacto indirecto del sismo ruso recordó la vulnerabilidad sísmica del Pacífico mexicano.