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El gobierno de México reiteró su disposición para fungir como espacio de diálogo entre Estados Unidos y Venezuela, en medio de la creciente tensión derivada de sanciones, bloqueos y advertencias militares.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, subrayó que su administración rechaza cualquier forma de intervención armada en la región.
“México siempre va a estar a favor del diálogo, de la paz y de que los conflictos se resuelvan por la vía diplomática, nunca por la fuerza”, expresó la mandataria, al señalar que la escalada de presiones contra Venezuela representa un riesgo para la estabilidad regional.
Sheinbaum sostuvo que su gobierno mantiene una política exterior basada en la no intervención y el respeto a la soberanía de los pueblos.
“No estamos de acuerdo con bloqueos ni con acciones que afecten a las poblaciones; creemos que el entendimiento es el camino”, afirmó.
El ofrecimiento de México ocurre en un contexto de reacomodo geopolítico internacional, donde diversas potencias han fijado postura frente a las decisiones de Washington. Con esta iniciativa, el país busca consolidarse como un interlocutor confiable que privilegia la diplomacia y la solución pacífica de controversias.
