
Isabel Miranda de Wallace, empresaria y figura central en uno de los casos judiciales más polémicos del sexenio de Felipe Calderón, falleció a los 73 años en el Hospital ABC de Santa Fe.
Su deceso cierra un capítulo marcado por la controversia, la defensa de las víctimas de secuestro y las acusaciones de fabricar un montaje judicial en torno a la desaparición de su hijo, Hugo Wallace.
Fundadora de la organización Alto Al Secuestro, Miranda de Wallace ganó notoriedad en el ámbito policiaco criminal durante los gobiernos panistas, estrechamente vinculada a figuras como Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino.
En 2012, buscó la Jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal bajo las siglas del PAN.
La desaparición de su hijo, Hugo Alberto León Miranda (conocido como Hugo Wallace), ocurrida hace veinte años, fue el eje central de su vida pública.
Miranda siempre mantuvo la versión de que su hijo fue secuestrado, asesinado y descuartizado en 2005, acusando a siete personas como responsables; sin embargo, el caso se desmoronó con el tiempo, saliendo a la luz inconsistencias y denuncias de tortura contra los detenidos.
Investigaciones periodísticas y testimonios de familiares de las víctimas señalaron un posible montaje judicial, con pruebas fabricadas y declaraciones obtenidas bajo coacción.
A pesar de las acusaciones, Miranda de Wallace nunca renunció a su versión de los hechos y continuó promoviendo una agenda de mano dura contra el secuestro, llegando a recibir el Premio Nacional de Derechos Humanos en 2010 por parte del gobierno de Felipe Calderón.
En años recientes, se le acusó de utilizar sus contactos en la FGR para hostigar a funcionarios que investigaban las denuncias de tortura en el caso Wallace.
En 2022, Arturo Zaldívar, entonces presidente de la SCJN, la acusó de fabricar pruebas contra funcionarios judiciales. Un mes después, Miranda lo denunció por corrupción.