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El escritor peruano Mario Vargas Llosa falleció este domingo 13 de abril en Lima a los 89 años. La noticia fue confirmada por su familia, que informó que los actos fúnebres se realizarán en la intimidad.
Ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, Vargas Llosa fue una de las figuras centrales del “boom latinoamericano” y un autor imprescindible para entender la narrativa en lengua española del último siglo.
Desde su irrupción en la década de 1960 con “La ciudad y los perros”, Vargas Llosa dejó una huella indeleble en la literatura con novelas como “La casa verde”, “Conversación en La Catedral”, “La guerra del fin del mundo” y “La fiesta del Chivo”. Su última obra, “Le dedico mi silencio” (2023), marcó su despedida de la ficción.
Su estilo, marcado por la exploración del poder, la violencia y la libertad individual, consolidó su lugar entre los grandes narradores del mundo.
A lo largo de su trayectoria, recibió distinciones como el Premio Cervantes (1994), el Príncipe de Asturias de las Letras (1986), el Planeta (1993) y el Rómulo Gallegos (1967), además de ser miembro de la Academia Francesa.
En 2011, el rey Juan Carlos I de España le otorgó el título de marqués de Vargas Llosa, en reconocimiento a su aporte a las letras hispánicas.
Más allá de la literatura, tuvo una destacada participación en la vida pública, siendo candidato a la presidencia del Perú en 1990. Su defensa del liberalismo y de la democracia fue tan firme como su fe en el poder transformador de la palabra escrita.
Vargas Llosa deja un legado traducido a más de 30 idiomas y una influencia que trasciende generaciones.
