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La violencia en Tijuana alcanzó un nuevo nivel de brutalidad la madrugada del 31 de julio. Una narcomanta con amenazas directas contra el comandante regional Adrián Barrera Reyes fue hallada en el área de Natura, acompañada de una hielera con restos humanos.
El hallazgo se realizó sobre el corredor Tijuana-Rosarito y bulevar García, durante un patrullaje rutinario de la Policía Municipal.
La hielera, localizada junto a una cartulina amarilla firmada por un grupo criminal activo en la región, contenía una extremidad inferior en avanzado estado de descomposición. En el mensaje se acusaba al comandante Barrera de favorecer a un familiar involucrado en actividades ilícitas.
Este tipo de amenazas no sólo pone en riesgo a los funcionarios, sino que confirma el arraigo territorial y la impunidad con la que actúan los grupos delictivos en Baja California.
Las autoridades han iniciado una investigación para verificar la autenticidad de las amenazas y determinar la identidad de los restos hallados. Hasta ahora no hay detenidos.
Este nuevo episodio vuelve a colocar a Tijuana entre las ciudades con mayores niveles de violencia del país y evidencia el fracaso de las estrategias locales de seguridad.
El uso de narcomantas con restos humanos ha dejado de ser una advertencia aislada y se ha convertido en una herramienta de presión, propaganda y control territorial por parte del crimen organizado, que actúa a plena luz de la impunidad.
