
El 12 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la nominación de Terrance Cole como nuevo director de la Administración de Control de Drogas (DEA).
La decisión suscitó inquietudes en México y América Latina debido al mensaje de “mano dura” contra el narcotráfico que Trump parece enviar con su elección.
Por medio de su cuenta de Truth Social, Trump destacó la trayectoria de Cole, quien cuenta con 22 años de experiencia en la DEA y se ha especializado en el tráfico de fentanilo.
“Juntos salvaremos vidas y haremos que Estados Unidos sea seguro otra vez”, afirmó el mandatario en su mensaje.
Terrance Cole ha liderado misiones en Colombia y Afganistán y fue jefe regional para México y América Central antes de retirarse en 2020.
Ha critocado al gobierno mexicano en numerosas ocasiones; en entrevistas, ha señalado que los cárteles de drogas operan en complicidad con funcionarios corruptos del gobierno mexicano y que estos contribuyen al tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
El nombramiento de Cole, que debe ser ratificado por el Senado, podría tensar aún más las relaciones bilaterales.
La presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció al respecto, asegurando que el país no permitirá ninguna forma de injerencia ni violaciones a su soberanía.