
La ONU confirmó por primera vez de manera oficial que la ciudad de Gaza atraviesa una hambruna que amenaza con extenderse a dos tercios del territorio en pocas semanas si no se alcanza un alto el fuego.
Según el informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria, más de 500 mil personas se encuentran en situación catastrófica, mientras que 1.6 millones padecen hambre en distintos niveles.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que utilizar el hambre como arma de guerra constituye un crimen de guerra. A su vez, la Cruz Roja y gobiernos europeos calificaron la situación como un escándalo moral y una catástrofe provocada, no natural.
Israel rechazó la acusación y calificó el reporte de “mentira descarada”, argumentando que Hamás roba ayuda, aunque sin pruebas verificables.
Para la ONU y organismos humanitarios, el bloqueo israelí impide la entrada de alimentos, medicinas y combustible, condenando especialmente a niños y mujeres embarazadas a daños irreversibles.