
El papa León XIV exigió a Israel frenar lo que definió como “castigo colectivo” contra la población palestina en Gaza, así como los desplazamientos forzosos que agravan la crisis humanitaria.
En audiencia pública, el pontífice pidió un alto al fuego inmediato, acceso humanitario seguro y respeto al derecho internacional. La declaración fue aplaudida por miles de asistentes, en un contexto en que Israel prepara una nueva ofensiva militar sobre la ciudad de Gaza.
León subrayó que todos los pueblos tienen derecho a permanecer en su tierra y denunció el uso indiscriminado de la fuerza.
El llamado coincidió con advertencias de hambruna y con la decisión de comunidades religiosas cristianas de permanecer en sus recintos pese a las órdenes de evacuación israelíes. Mientras el gobierno de Netanyahu justifica la ofensiva como vía para debilitar a Hamas y rescatar rehenes, la Santa Sede advierte que se profundiza la tragedia civil.