
El peso mexicano enfrenta una ligera depreciación tras la expiración del congelamiento de aranceles con Estados Unidos, lo que podría provocar una caída de hasta 5.5 % en los próximos meses, estabilizándose cerca de los 19.80 pesos por dólar.
Esta corrección ocurre tras meses de fortaleza que llevaron a la moneda a un alza de 13 % en lo que va del año.
Aunque la economía mexicana ha mostrado solidez relativa, la eliminación de barreras arancelarias y las tensiones comerciales introducen nuevos factores de incertidumbre.
La evolución de las tasas de interés y los acuerdos bajo el T-MEC seguirán siendo determinantes para el desempeño del peso.
Analistas advierten que la depreciación moderada no pone en riesgo la estabilidad financiera, pero reflejará los ajustes ante el entorno internacional volátil. El gobierno mexicano mantiene una política monetaria prudente para amortiguar las fluctuaciones cambiarias.