
La revista Time ha desatado una ola de comentarios con su más reciente portada que presenta a Elon Musk, el magnate tecnológico y uno de los hombres más ricos del mundo, posando de forma ilustrada en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
El artículo titulado “Inside Elon Musk’s War on Washington” detalla los ambiciosos planes del empresario para llevar a cabo reformas gubernamentales durante las primeras semanas de la presidencia de Donald Trump.
Musk, quien fue nombrado por Trump como el nuevo responsable del Departamento de Eficiencia del Gobierno de Estados Unidos (DOGE), ha encendido el debate en los círculos políticos dada su agenda, que se centra en recortes del gasto federal y la eliminación de estructuras administrativas que considera innecesarias.
Entre las propuestas destacadas se encuentran la eliminación de empleos federales, la consolidación de compras gubernamentales y varias políticas de ahorro de costes.
Las declaraciones de Musk contra la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a la que calificó de “llena de marxistas radicales de izquierda”, provocaron una reacción airada.
Miles de empleados de la agencia han sido puestos en licencia administrativa, lo que fue criticado por líderes demócratas y sindicatos federales como “injustificado” y “politizado”.
Además, el sector progresista del Congreso acusa a Musk de intentar desmantelar años de trabajo diplomático y de ayuda al desarrollo.
Musk, un conocido simpatizante de Trump, se posicionó como uno de sus donantes más generosos durante la campaña presidencial; ahora, al asumir su cargo de alta visibilidad, promete “modernizar la burocracia federal” y contribuir a lo que denomina “una completa transformación del gobierno”.