
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido formalmente postulado al Premio Nobel de la Paz 2025 por dos actores habilitados: el gobierno de Pakistán y el congresista republicano Buddy Carter.
La postulación fue presentada conforme a los estatutos del comité noruego, que permiten nominaciones de gobiernos y legisladores nacionales.
Trump ha defendido su aspiración comparándose con Barack Obama, quien recibió el galardón en 2009.
Trump alega haber mediado con éxito en conflictos como los de Israel-Irán, India-Pakistán, Egipto-Etiopía y RDC-Ruanda, aunque los acuerdos logrados han sido más treguas temporales que soluciones sostenibles.
Analistas como Michael Hanna del Crisis Group ven poco probable que Trump obtenga el Nobel, dada su postura de confrontación con el orden internacional.
Sin embargo, reconocen que ha influido en ciertos escenarios, como en la contención de Israel frente a Irán, gracias a su relación con Netanyahu.
Críticos señalan que sus esfuerzos de mediación responden más a intereses personales que a vocación pacifista.
Su enfoque, catalogado como “diplomacia transaccional”, estaría motivado por objetivos económicos, como el acceso a minerales estratégicos.
En Gaza, su propuesta de “autoexilio palestino” y una reconstrucción inmobiliaria fue calificada de fantasiosa y carente de sensibilidad humanitaria.