
Fermín Muguruza Ugarte es una de las voces más emblemáticas del rock combativo global. Originario del País Vasco, su trayectoria artística y política se ha desarrollado durante más de tres décadas, caracterizándose por una fusión musical potente y un discurso frontal contra la opresión, el racismo y el autoritarismo.
Fundador de bandas esenciales como Kortatu y Negu Gorriak, Muguruza es reconocido por integrar géneros como el punk, ska, reggae y rap con letras profundamente críticas y de fuerte contenido social.
Más allá de la música, su figura ha trascendido como símbolo de resistencia cultural.
A lo largo de su carrera ha enfrentado censura, amenazas y persecución por su defensa de la autodeterminación de los pueblos, en particular del pueblo vasco.
Su obra no sólo ha sido musical, también ha incursionado en el cine documental y de animación como herramienta de denuncia, sin renunciar jamás a su vocación militante. Es, sin duda, un artista comprometido que ha hecho del arte una trinchera política.
Su relación con México es histórica. Desde los años noventa ha mantenido un vínculo estrecho con colectivos culturales independientes, en especial con el Multiforo Alicia, en la Ciudad de México.
En ese mismo espacio ofrecía un concierto el 30 de mayo de 2025 cuando fuerzas del Ejército, Guardia Nacional y policía capitalina irrumpieron en el recinto y lo desalojaron, junto a más de 400 personas, bajo el argumento de un supuesto sobrecupo. El hecho fue calificado por Muguruza como un acto de censura y represión.
Lejos de ceder ante la intimidación, el músico reafirmó su compromiso con el público mexicano y anunció un nuevo concierto gratuito en Ciudad Nezahualcóyotl.
Su respuesta encarna el espíritu que ha marcado toda su carrera: arte, resistencia y solidaridad con los movimientos populares.
Muguruza sigue siendo una voz incómoda para el poder, y necesaria para quienes luchan desde abajo.