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Rusia celebró el 80 aniversario del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria con un imponente desfile militar en la Plaza Roja, presidido por Vladimir Putin y acompañado por 27 jefes de Estado de diversos países.
El evento, que conmemora la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, contó con la presencia de líderes como Xi Jinping (China), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Nicolás Maduro (Venezuela) y Luis Inácio Lula da Silva (Brasil), además de gobernantes de repúblicas exsoviéticas y de naciones como Egipto, Mongolia, Laos y Vietnam.
De la Unión Europea, solo asistió el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, y el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, quienes debieron sortear el cierre del espacio aéreo de países bálticos.
En un breve discurso, Putin exaltó la importancia del 9 de mayo para Rusia y condenó la “tergiversación” de la historia de la Segunda Guerra Mundial.
Afirmó que Rusia “siempre será una barrera infranqueable” contra el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo, y reiteró el apoyo del país a la “operación militar especial” en Ucrania.
El desfile militar, que este año se centró en la exhibición de soldados y armamento ya utilizado en conflictos, incluyó contingentes de 13 países, incluyendo Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán, China y Egipto.
Se exhibió armamento ruso como tanques T-90M, misiles balísticos intercontinentales Yars y drones utilizados en la “operación militar especial” en Ucrania.
En contraste con celebraciones anteriores, en esta ocasión no participaron contingentes de países aliados como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Polonia, cuya presencia fue habitual hasta la anexión de Crimea en 2014.
Tras el desfile, Putin depositó flores ante la tumba del soldado desconocido y se reunió por separado con el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, y otros líderes presentes.
