
El Senado de la República aprobó en lo general y lo particular la reforma en materia de amparo, que ahora será discutida en la Cámara de Diputados.
La iniciativa enviada por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, contempla modificaciones a la Ley de Amparo, al Código Fiscal de la Federación y a la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, con el objetivo de otorgar mayor certeza jurídica, homologar plazos y ampliar el acceso a la justicia.
Uno de los cambios más controvertidos fue la inclusión de la retroactividad en los juicios en trámite, lo que permitirá que las nuevas disposiciones se apliquen a casos abiertos, generando críticas desde la oposición.
Carolina Viggiano, del PRI, denunció que esta medida vulnera el artículo 14 constitucional y pone en riesgo a ejidos, municipios y pequeños productores con litigios fiscales o territoriales.
Con 70 votos a favor y 39 en contra, Morena y sus aliados lograron aprobar la adición propuesta por el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien defendió que la medida busca evitar que el amparo sea utilizado para retrasar procesos judiciales.
La discusión se tornó tensa, con reclamos desde la oposición que acusaron un debilitamiento del acceso ciudadano a la justicia.
La reforma, que redefine conceptos como el interés legítimo para hacerlo más amplio —ya sea individual o colectivo— y establece nuevas garantías en materia fiscal, ha sido señalada por la oposición como un beneficio para autoridades y grandes intereses. Ahora será la Cámara de Diputados la que determine su aprobación final.
