
La justicia peruana condenó a Pedro Castillo a 11.5 años de cárcel tras considerarlo culpable del delito de rebelión y conspiración, tras el fallido intento de golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022, cuando buscó disolver el Congreso e instaurar un gobierno de excepción.
La decisión fue tomada por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema del Perú, responsable del juicio.
Castillo permanece detenido desde 2022 y enfrentaba además solicitudes de hasta 34 años de prisión formuladas por la fiscalía.
La condena cierra formalmente ocho meses de audiencias, periodo en el que también se investigaron a otros exfuncionarios procesados por los mismos hechos.
La decisión marca un precedente severo contra quienes atenten contra el orden constitucional en Perú.
