
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que, a partir de 2026, los bancos ya no podrán deducir impuestos de sus aportaciones al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que sustituyó al Fobaproa.
La medida, incluida en el Paquete Económico 2026, busca evitar que los contribuyentes continúen absorbiendo costos de un rescate financiero originado en 1995.
La mandataria afirmó que el cambio generará alrededor de 10 mil millones de pesos adicionales para la hacienda pública.
El Fobaproa, convertido en deuda pública durante el sexenio de Ernesto Zedillo, continúa representando un peso fiscal que, según cálculos, se terminará de pagar hasta 2070.
Desde su creación, ha sido objeto de críticas por socializar pérdidas privadas en detrimento del erario.
Sheinbaum defendió la decisión como un acto de justicia fiscal y aseguró que los bancos colaborarán con la medida. El anuncio reabre un debate histórico sobre el costo social de los rescates financieros y el papel del Estado en su regulación.