
El Gobierno de México rechazó categóricamente la decisión unilateral de Estados Unidos de imponer un arancel del 25 % a las exportaciones mexicanas, calificándola como una medida injustificada y perjudicial para ambas naciones.
A pesar del tratado comercial vigente y de las acciones contundentes contra el tráfico de fentanilo y la delincuencia organizada, la Casa Blanca emitió un comunicado que el gobierno mexicano consideró ofensivo y sin sustento.
La presidenta de México reafirmó que la relación bilateral debe basarse en la cooperación y el respeto, sin aceptar intervencionismo ni subordinación.
Subrayó que la medida impuesta por Estados Unidos afectará a empresas nacionales y extranjeras, así como a los pueblos de ambas naciones.
Además, destacó que, durante los últimos seis años, el crecimiento del país ha sido impulsado por el fortalecimiento del mercado interno, el incremento del salario mínimo y los programas de bienestar.
Ante este panorama, la mandataria convocó a la ciudadanía a una asamblea informativa en el Zócalo de la Ciudad de México el próximo domingo a las 12 del día, con el objetivo de dar a conocer las acciones a seguir en defensa de la soberanía nacional.
“Debemos estar atentos y tener tranquilidad, nuestro pueblo y nuestra nación son fuertes”, expresó la presidenta.