
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió la entrada en vigor de su arancel mínimo del 10 % sobre gran parte de las importaciones, calificándolo como una “revolución económica” que traerá “resultados históricos” para los estadounidenses.
La medida, que entró en vigor el sábado, ha generado preocupación y reacciones en todo el mundo.
“China ha sido golpeada mucho más fuerte que Estados Unidos, no están ni cerca”, afirmó Trump en su plataforma Truth Social, añadiendo que sus políticas están atrayendo de vuelta empleos y empresas al país.
La imposición del arancel marca un claro rechazo al sistema comercial multilateral posterior a la Segunda Guerra Mundial.
“Esta es la mayor acción comercial de nuestra vida”, declaró la exasesora comercial de la Casa Blanca, Kelly Ann Shaw, calificándola de “cambio sísmico” en la forma en que Estados Unidos comercia con el mundo.
Entre los primeros países afectados se encuentran Australia, Reino Unido, Brasil, Colombia, Argentina y Arabia Saudita, a pesar de mantener déficits comerciales con Estados Unidos el año pasado.
La medida impacta a alrededor de 80 países y territorios, incluyendo los miembros de la Unión Europea.
Si bien Canadá y México están exentos del nuevo arancel, aún enfrentan gravámenes del 25 % sobre bienes que no cumplan con las reglas de origen del T-MEC.
Mientras tanto, Elon Musk, cercano a Trump, expresó su esperanza de una zona de libre comercio entre Estados Unidos y Europa.
En una llamada telefónica, los líderes de Francia y Reino Unido, Emmanuel Macron y Keir Starmer, coincidieron en que una guerra comercial no beneficia a nadie.
La situación podría escalar aún más el 9 de abril, cuando entren en vigor aranceles aún más altos para algunos países, alcanzando hasta el 54 % para China, el 20 % para la Unión Europea, el 46 % para Vietnam y el 24 % para Japón, entre otros.
Vietnam, que se había beneficiado anteriormente de la reubicación de cadenas de suministro desde China, acordó negociar un acuerdo con Estados Unidos tras el anuncio del arancel del 46 %.
Algunos líderes mundiales esperan llegar a un acuerdo con Trump para evitar las consecuencias económicas, mientras otros contemplan contramedidas ante lo que consideran un cambio radical en el panorama comercial global.