
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, eximió a teléfonos inteligentes, computadoras, semiconductores y otros aparatos electrónicos de los aranceles recíprocos impuestos a productos importados de China.
La medida, que beneficiará a gigantes tecnológicos como Apple, Dell y Nvidia, evita un potencial aumento drástico en los precios de esos productos.
La exención se aplica particularmente a los dispositivos importados desde China, que enfrentaban gravámenes de hasta el 145 % en su entrada a Estados Unidos.
De acuerdo con datos oficiales, los smartphones fueron la principal importación estadounidense desde China en 2024, con un valor de 41.7 mil millones, seguidos por las computadoras portátiles con 33.1 mil millones.
Analistas como Daniel Ives de Wedbush Securities califican la decisión como “la mejor noticia posible” para el sector tecnológico, advirtiendo que sin las exenciones, la industria estadounidense habría experimentado un fuerte retroceso.
Mientras tanto, la Unión Europea busca diversificar sus socios comerciales y el Mercosur explora la posibilidad de que sus miembros negocien individualmente con Estados Unidos ante la incertidumbre generada por la guerra comercial.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reiteró que las empresas beneficiadas por la exención arancelaria están trabajando para trasladar su producción a Estados Unidos.