
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una reducción generalizada de los aranceles a 10 % para todas las naciones, con la excepción de China.
La medida, de acuerdo con el mandatario, forma parte de una estrategia para “reequilibrar el comercio global” y responde a las solicitudes de diálogo de más de 75 países.
“Autorizo una pausa de 90 días y un arancel recíproco sustancialmente reducido durante este período, del 10 %, también con efecto inmediato”, declaró Trump en su red social Truth Social.
La pausa de 90 días podría propiciar nuevas conversaciones multilaterales en un contexto de inflación global y cadenas de suministro tensionadas.
Sin embargo, Trump también anunció un aumento drástico de los aranceles a los productos chinos, elevándolos al 125 % con efecto inmediato.
El mandatario justificó esta acción alegando la “falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales”.
La respuesta de China no se hizo esperar, anunciando represalias arancelarias con un gravamen acumulado del 84 % a los productos estadounidenses.
La decisión, que se suma a la ya marcada postura proteccionista de la administración Trump, continúa rompiendo con décadas de promoción del libre comercio y apostando por medidas unilaterales en busca de fortalecer la industria nacional.