
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instruyó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) a “no perder tiempo ni energía en Jeffrey Epstein”, al considerar que se trata de un caso “que no le importa a nadie”.
Así lo confirmaron fuentes cercanas a la Casa Blanca, luego de que el mandatario expresara su molestia por las recientes solicitudes para reabrir investigaciones vinculadas al círculo de colaboradores del difunto empresario.
Trump y Epstein mantuvieron una estrecha relación durante las décadas de 1990 y 2000. Aunque el presidente ha buscado desmarcarse de cualquier vínculo, registros y fotografías públicas muestran que compartieron eventos sociales y amistades en común.
La muerte de Epstein, ocurrida en una celda del Metropolitan Correctional Center de Manhattan el 10 de agosto de 2019, bajo circunstancias oficialmente catalogadas como suicidio, ha sido motivo de múltiples teorías de encubrimiento y negligencia institucional.
La declaración presidencial llega en un momento en que nuevos testimonios y documentos desclasificados podrían reactivar líneas de investigación sobre las redes de trata y explotación sexual en las que Epstein estuvo involucrado.
La orden de Trump ha sido interpretada por críticos como un intento de frenar el escrutinio público y proteger intereses de alto nivel.
A pesar de ello, organizaciones de víctimas y sectores del Congreso insisten en la necesidad de esclarecer a fondo los hechos. La instrucción del mandatario podría convertirse en un nuevo punto de tensión entre el Ejecutivo y las agencias federales.